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viernes, 25 de mayo de 2007

Pagan Dls. 166 mil por 'Artist's Shit'

Muchos artistas se quejan de que no consiguen ganarse la vida, y coloquialmente, entre amigos, lo expresan diciendo que "no venden una mierda". Este no es el caso de Piero Manzoni (1933-1963), que consiguió vender un total de 90 excrementos, debidamente enlatados, para su consumo artístico.Este creador de renombre, que murió en 1963, tuvo la idea genial de inmortalizarse dejando sus heces para la posteridad en una serie de noventa piezas llamada "Mierda de Artista".

El miércoles en una conocida casa de subastas de Londres se batieron todos los récords, cuando alguien pagó 124 mil euros (166 mil 500 dólares) por la lata número 18 de esta serie.Del comprador o coleccionista, que ha preferido permanecer en el anonimato, sólo se sabe que es europeo. En todo caso lo que se lleva a casa este señor o señora es una pieza de museo. De hecho en un prestigioso museo de Nápoles, el MADRE, tienen ahora mismo una exposición temporal sobre Manzoni que dura hasta mediados de septiembre y en la que no falta una de las latas con la "Mierda de artista". Con todo, la expresión artística y digamos corporal, no es fresca, por decirlo así, sino que fue creada o producida en un mes de mayo de 1961, algo que se encarga de recordar la etiqueta del producto, escrita en cuatro idiomas: italiano, alemán, francés e inglés.

En el sello vemos también otros datos. Debajo del título, que identifica el producto claramente como "mierda de autor", se especifica el peso neto, 30 gramos, y se explica que todo está conservado con métodos naturales.Manzoni murió con poco más de 30 años y no pudo seguir produciendo obras de arte, pero le dio tiempo a asegurar que su intención era "renovar la pintura".Cuando ideó la obra, que en realidad es una crítica al propio mercado del arte, Manzoni estableció que el valor del producto debía ser el equivalente a lo que costaría si en las latas hubiera oro.

Otras de sus obras más conocidas son "Panes plastificados" y "Aliento de artista", unos globos inflados con su propia respiración.

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